"Nuestra intención este año es que podamos hacer la fiesta en un lugar más grande, para que puedan venir y estar cómodas todas las personas que nos visitan y nos ayudan todo el año", explicó Oyarzun, quien junto con Oriana Ruiz lleva adelante el lugar de manera totalmente voluntaria. "La fiesta es un momento muy lindo, en el cual los abuelos comparten con sus familias, bailan, hacemos bingos y la pasamos realmente bien".
Oyarzun también explicó que al no tener aún la personería jurídica, al Centro le es complicado gestionar donaciones: "Más que nunca necesitamos la colaboración de la comunidad, algo que por ejemplo se va a dar este domingo, ya que nos han convocados a un evento que se hará en Pasaje Gutiérrez 1540 y la entrada será un alimento no perecedero que será donado a nuestro Centro, con lo cual les estamos muy agradecidos".
Entre las actividades que realiza el Centro se encuentran diferentes talleres, como ser el de pintura, y las visitas semanales de alumnos del colegio Woodville y del CEM 2. "La fiesta del 23 de diciembre sirve además para realizar un balance del año y ver como se encuentra cada uno de los abuelos que viven en el lugar", concluyó Oyarzun, invitando desde ya a todos los que estén interesados en participar de la celebración.