Como puntapié a esa discusión, los legisladores plantearon alternativas a dicho proyecto que apunten a desalentar el juego.
De acuerdo a los fundamentos del proyecto 620-14, el objetivo es evitar que los trabajadores se vean afectados por el flagelo de la ludopatía e incluso menciona como un ejemplo negativo el funcionamiento del casino ubicado en la calle Onelli.
“Los juegos de azar deben ser dispuestos en lugares que aporten al destino turístico pero no que lleven a la población trabajadora a verse tentada a la suerte de perder allí sus ingresos” menciona el proyecto elaborado por los ediles Lescano y Carmen Giménez (FSP).
El proyecto establece como obligatoria una audiencia pública para tratar cada solicitud de habilitación o renovación de un casino o sala de juego y la misma debe ser tratada por ordenanza, debiendo contar para su aprobación con los dos tercios de la totalidad del cuerpo legislativo.