En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Concejo Municipal distinguió a tres mujeres por su incansable labor en diferentes espacios de la sociedad.
La presidenta del Deliberante, Natalia Almonacid, encabezó la ceremonia y destacó la “enorme tarea” de las homenajeadas.
Las personas distinguidas fueron Yolanda Rocha, presidenta del Centro de Abuelos Golondrinas; Brígida Epulef, integrante fundadora de la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB); y Aurora Menéndez, una de las creadoras del Foro de Mujeres Políticas.
Las homenajeadas recibieron un diploma y un presente. Se vivieron momentos de gran emotividad cuando proyectaron videos realizados desde el Concejo con sus historias de vida.
Las mujeres se mostraron sumamente contentas por el agasajo y agradecieron el reconocimiento a sus trayectorias que realizó el cuerpo deliberativo.
Con este acto, el Concejo dio cumplimiento a la ordenanza 2656-CM-15, la cual establece distinguir a “mujeres que dejaron huella en Bariloche”.
Además de Almonacid y el resto de los concejales que integran el Deliberante, estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Marcos Barberis, funcionarios provinciales, y familiares y amigos de las mujeres que recibieron la distinción, entre otros.
La legisladora Claudia Contreras envió una nota lamentando no poder estar presente en el evento al que fue invitada. Dijo que por compromisos de agenda previamente establecidos fue imposible participar. En la misiva, resaltó el “arduo trabajo que realizan diariamente estas nobles mujeres, fomentando la lucha por los derechos de la mujer”.
Las homenajeadas
Yolanda Rocha: tiene 75 años y es la presidenta del Centro de Abuelos “Golondrinas”, del barrio Pilar I. Desde muy joven, trabajó para ayudar a los que menos tienen. Nació en San Martín de los Andes y cuando tenía 24 años vino a vivir a Bariloche.
Se desempeñó durante más de diez años en Cáritas, trabajó con José María Lynch, conocido como el "Padre Pepe", y realizó una intensa tarea en la ONG El Milagro.
Con esta ONG llevó adelante una gran labor social en los barrios del Alto de Bariloche. Junto a varios voluntarios, “Yoli” creó un Centro Comunitario en el Pilar I, que funcionó durante casi 12 años en su casa. Allí, le preparaban el desayuno y el almuerzo a una numerosa cantidad de familias. Además, dos médicos brindaban atención a quienes concurrían con algún tipo de dolencia. A Golondrinas concurren unos 20 adultos mayores. Se reúnen para compartir almuerzos, talleres y viajes.
Aurora Menéndez: nació en Capital Federal, es militante de la Unión Cívica Radical (UCR), tiene 83 años y es una de las creadoras del Foro de Mujeres Políticas, un espacio que funcionó en la ciudad desde 1993 hasta 2005.
Llegó a Bariloche en 1965, año en el que empezó a trabajar en el Banco Provincia. Luego, trabajó en una inmobiliaria y también se desempeñó en el rubro hotelería.
En 1982 comenzó a trabajar en la Caja de Subsidios Familiares para Empleados de Comercio. Allí fue administrativa y tiempo después ascendió a jefa de Administración e inspectora.
En el Foro de Mujeres Políticas trabajó de manera incansable. Este espacio se creó por iniciativa de mujeres de la UCR, pero también estuvo integrado por personas de diversos partidos políticos.
El objetivo de Aurora y del resto del Foro fue conseguir igualdad de oportunidades y posibilidades para las mujeres. Buscaron que exista una proporcional y efectiva representación de la mujer en los cargos electivos, públicos y partidarios. Trabajaron mucho por la Ley de cupo femenino y en el ámbito del Concejo Municipal crearon el Consejo de la Mujer. Fueron importantes los logros alcanzados.
Brígida Epulef: tiene 76 años y es una de las fundadoras de la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB), organización que trabaja en el vertedero hace más de 16 años.
Sus compañeras le dicen la “abuela”. Nació en Bariloche y transitó su infancia en la zona de la Escuela 185. A los 14 años tuvo que casarse por obligación. Es que iba a caballo con un muchacho y su padre al verlos juntos les exigió que se casaran. Su familia se dedicó a la venta de leña y a la crianza de animales. En 2001 el negocio comenzó a caer y Brígida empezó a trabajar con la basura.
Trabaja en la ARB desde el minuto uno. Hoy se encarga de clasificar los papeles que llegan al vertedero. Los separa por color. Recupera el material reciclable, por lo que su labor contribuye al cuidado del medioambiente.