El edil del FpV centró su actividad legislativa en normas destinadas a promover la cultura, el empleo y los derechos humanos.
La creación de un aporte voluntario para fortalecer bibliotecas populares, es una de las Ordenanzas de su autoría más destacada. Se trata de una contribución mínima a través de la tasa municipal, que estos invaluables centros culturales ya están recibiendo para aumentar su acervo bibliográfico, adquirir equipamiento, mantener las instalaciones y organizar actividades culturales.
Propició, además, que la Editora Municipal lleve el nombre de Juan Ojeda, en homenaje al “escritor, activista, interpelador y disidente” barilochense. Y propuso un sistema para garantizar la participación de artistas locales en fiestas nacionales y regular sus ingresos.
En materia de soberanía alimentaria, creó el Ente que formaliza el Mercado Comunitario Municipal y establece mecanismos de participación de las organizaciones de productores, elaboradores y consumidores.
Ratificó el poder concedente del Municipio en la distribución de energía eléctrica; pronunciamiento que busca recuperar la potestad del servicio, cumpliendo un mandato de la Carta Orgánica. Y otorgó una prórroga por 10 años en el plazo concedido a la Junta Vecinal San Francisco IV para la construcción de su sede.
Para la disminución del impacto ambiental, el ahorro de energía, la optimización del recurso y el acceso de los vecinos al gas, estableció la exigencia de aislamiento térmico para la habilitación de grandes obras en la ciudad.
También reguló el servicio de viviendas tuteladas que brinda la comuna, incorporando criterios de admisión y accesibilidad, para brindar protección integral, alojamiento y cuidado a los adultos mayores que se encuentran en situación de vulnerabilidad socio económica. E instituyó el 27 de enero como una jornada de conmemoración y reflexión en memoria de las víctimas del holocausto.
En cuanto a los derechos de las personas con discapacidad, amplió los criterios para la habilitación del transporte privado accesible, y creó la “Distinción Calidad en Accesibilidad”, que busca alentar y reconocer los aportes que las empresas, trabajadores y prestadores de servicios realicen para favorecer la participación de las personas con discapacidad.
Presentó, además, un proyecto para la aplicación concreta del Diseño Universal en Bariloche (paradigma de la accesibilidad urbana), mediante la generación de un circuito universal en la calle Gallardo.
Este último, al igual que convocatoria a las Universidades Nacionales en el proceso de revisión tarifaria del Transporte Urbano de Pasajeros, la implementación de penas sustitutivas (trabajos comunitarios) para contravenciones, la creación del sello “Hecho en Bariloche” y de un servicio veterinario municipal, fueron proyectos impulsados por Natapof, que sólo lograron el aval de su bloque.
El concejal integró el Ente del Mercado Comunitario Municipal, buscando fortalecer esta herramienta de abastecimiento público de alimentos; participó del Consejo Consultivo Local de Personas con Discapacidad y solicitó la reactivación del Consejo Social de Tierras, que también integró. Participó de 69 de las 76 sesiones convocadas durante su mandato.