El reconocimiento se entregó este viernes, en el marco de las celebraciones por el Día del Periodista. Las autoridades y el Sindicato de Prensa destacaron su trayectoria y compromiso en la defensa de los derechos de los trabajadores.
El presidente del Concejo Municipal, Diego Benítez, acompañado por ediles de todos los bloques e integrantes del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Bariloche (SITRAPREN) entregaron a Graciela Narváez la distinción “Periodista Decana”.
Nació el 1 de marzo de 1954, en Córdoba. A los 6 años, salía a la vereda con papel y lápiz para jugar entrevistando a los vecinos. Empezó la carrera de Abogacía, pero cuando se abrió la Facultad de Ciencias de la Comunicación, no lo dudó y se cambió de carrera.
En 1979, junto a Raúl Martiniau, decidieron radicarse en Bariloche, donde ya habían estado en su luna de miel. Embarazada de 5 meses, llegó a “El Diario”, de Carlos Fontanarrosa. La recibió Rodolfo “Pancho” García, el jefe de redacción, y comenzó a escribir notas para el medio. La primera, sobre el nahuelito.
Su inconfundible tonada cordobesa, primero le cerró puertas en Radio Nacional, durante la intervención militar, pero luego consiguió abrirse paso a fuerza de profesionalismo, dedicación y permanente formación.
Entre 1986 y 1992 trabajó como periodista en el Municipio, junto a Isabel Moreiras de Bustos, y en su gran trayectoria fue editora, productora, corresponsal y cronista en diversos medios locales y nacionales como Ámbito Financiero, Mañana del Sur, Redacción 87, Diario Prensa, El observador del Sur, Diario Unión, La última, Unión, El Cordillerano, Cadena 3, entre otros.
Por dejar una huella imborrable en el periodismo local, y por el compromiso con sus colegas tanto en la formación de las nuevas generaciones como en la defensa de los derechos de los trabajadores, el Sindicato de Prensa de Bariloche y el concejal Daniel Natapof (FpV) impulsaron su merecido reconocimiento, que fue oficializado a través de la Resolución 145-PCM-19 del Deliberante.
Graciela Narváez agradeció la distinción, ponderó la consolidación del sindicato local como herramienta para la defensa de los derechos de los trabajadores y la formación; y homenajeó a dos colegas con la que tuvo el placer de trabajar y que, si bien ya no están, forman parte de la historia del periodismo local: Isabel Moreiras de Bustos y María Argel.