Fue diseñada y construida por el Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos de Bariloche y se emplazará en la vereda de la casa donde fuera detenido durante la última dictadura militar. Este lunes se cumple un aniversario de su desaparición.
El Concejo Municipal declaró de interés social, cultural y educativo la "Baldosa de la Memoria Juan Marcos Herman", que se instalará en Frey 166 como recordatorio de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el terrorismo de Estado. El proyecto de autoría de todos los bloques fue aprobado en la última sesión, en la que se autorizó un aporte de la institución para la adquisición de los materiales necesarios.
La desaparición de Herman se perpetró hace exactamente 41 años: El 16 de julio de 1977 fue secuestrado por agentes del terrorismo de Estado. Como tantos miles de jóvenes que fueron torturados, asesinados y desaparecidos por la dictadura cívico-militar, Juan era un militante político con sueños y convicciones firmes.
Hasta enero de 2017, junto a la verja de entrada de la casa de Juan Marcos Herman había una placa en su memoria, pero la casa fue vendida y remodelada y la placa fue removida. Por ello, el Bachillerato de Educación Popular de Jóvenes y Adultos de Bariloche presentó la iniciativa de señalizar la antigua casa de Juan Marcos Herman con una baldosa de la memoria, resignificando así el espacio público y plasmando la memoria de Juan como huella permanente de las atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado.
“La memoria es el mejor antídoto de los pueblos contra el autoritarismo y la violencia que puede desplegar el Estado en un contexto histórico que así lo avale y lo legitime. La memoria es espacio de reflexión, de interpelación y de elaboración del duelo por esta etapa trágica de nuestra historia”, argumentaron los ediles en el proyecto de declaración impulsado por Ana Marks (FpV).
Los sitios de la memoria vienen siendo impulsados en nuestro país desde hace ya más de quince años por organizaciones sociales y de derechos humanos, colectivos artísticos y familiares, con el objetivo recuperar la identidad de los desaparecidos y de señalar los sitios emblemáticos que reafirman la sistematicidad del genocidio, como los centros clandestinos de detención.