Aziz, médico especializado en trasplante hepático, formó el Programa de Trasplante Hepático del Hospital público Dr. Cosme Argerich de la Ciudad de Buenos Aires, es autor de más 60 trabajos científicos en la temática y Socio Fundador de la Sociedad Argentina de Trasplantes. También se desempeñó como Coordinador Clínico de Trasplante de Hígado en Adultos en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, hasta abril de 2008
Al Dr. Aziz lo inquietaba ver que los familiares de los pacientes, muchos provenientes del interior y de otros países, dormían en los pasillos de los hospitales porque con sus escasos recursos económicos no podían pagar un hotel o albergue. Es por eso que en 1997 creó la Fundación Argentina del Trasplante Hepático (FATH), del cual es su Presidente, para brindar un espacio de contención y un hogar a quienes transitan el proceso de enfermedad y tratamiento, una de las etapas más difíciles en la vida de las personas, y a sus familiares. La fundación asiste a pacientes con enfermedades vinculadas al trasplante hepático y también con enfermedades oncológicas, cardiovasculares y neurológicas en su edificio de La Boca. En promedio aloja a 100 personas por día y asiste a más de 1600 por mes, de los cuales más de la mitad son chicos menores de 14 años. También recibe a personas en situación de vulnerabilidad del barrio.
Logró, gracias a su trayectoria e inquebrantable esfuerzo, junto con el INCUCAI, que el Poder Ejecutivo Nacional genere un decreto declarando al 30 de mayo como el “ Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos”, para concientizar al común de la población sobre la importancia de donar para salvar vidas.
El cineasta Tomás Sánchez también fue reconocido por el film que dirigió en el año 2012: “Otro Corazón”, film que reflexiona y concientiza sobre la importancia de la donación de órganos. En la historia Leo y María esperan su primer hijo y están a punto de mudarse. Ella desea dar a luz en su ciudad natal pero Leo, al enterarse que su padre necesita urgente un trasplante de corazón, retrasa el viaje, lo lleva a vivir a su casa y se hace cargo de la empresa familiar. La obsesión por salvar a su padre lo va alejando de su propia paternidad y lo sumerge en una espera en la que conviven la vida, la muerte, el duelo por lo que no fue y la esperanza de lo que aún es posible. El film cuenta con el apoyo de la Fundación Favaloro y el INCUCAI.
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