El concejal de JSB evaluó que “tanto montañistas como pescadores, parapentistas, kayakistas y otros amantes de deportes al aire libre, así como el público en general que practica el turismo activo en ambientes naturales, son testigos de la creciente restricción de los ámbitos a los que antes se accedía con libertad, y hoy se prohíbe o restringe su acceso por propietarios”, advirtió, poniendo como ejemplo tanto atractivos de la zona como de otras regiones del país.
Comprendió que la comunidad exige que se garantice el derecho a usar y gozar de estos espacios “sin correr el riesgo de ser echados por la fuerza por los propietarios de los campos por los que deben pasar hacia su destino final” o tener dificultades “con quienes no acuerdan con el tránsito libre desde y hacia lugares públicos como una linda cumbre de montaña o un famoso pozón de un río, una playa serena de un lago, etc”.
El otro Proyecto de Comunicación sancionado fue motorizado por Cristina Painefil (JSB), y solicita a la Cámara de Diputados el pronto tratamiento del proyecto presentado por la senadora Magdalena Odarda -que ya fue aprobado por el Senado- para recuperar la redacción original del Código Civil en relación al camino de siga.
Al respecto, apuntó que el nuevo Código promulgado recientemente dispuso la reducción de 35 a 15 metros del “camino de sirga”, en los inmuebles colindantes con cualquiera de las orillas de los cauces o sus riberas, lo que “representa un enorme retroceso, implicando para el caso una violación al principio ambiental de progresividad” por “limitar notablemente la facultad de los ciudadanos para utilizar esta franja cuando se trate de tierras privadas, favoreciendo a los propietarios ribereños que pretendan limitar el libre acceso a las costas, transformando así en privado lo que siempre fue de uso público”.
La edil comprendió que el acceso a las costas “se ha convertido en una situación conflictiva, con especial énfasis a partir de que distintos inversores, nacionales y extranjeros, han adquirido tierras que incluyen una pretendida exclusividad por sobre las costas de mares, ríos, lagos y arroyos”, evaluó, citando el caso de Lago Escondido.